Octubre 11, 2015
Nació en 1826 en Madrid, España, hija de modestos comerciantes que la instruyeron muy bien en la religión.
Estudió con las hermanas Vicentinas y al ver la dedicación total de estas religiosas a los más pobres, se entusiasmó por la vida religiosa, Pero era muy débil de salud y no fue admitida en la comunidad. Solamente a la edad de 25 años logrará cumplir su anhelo de ser religiosa.
Esta Santa fue la fundadora de las Hermanas Siervas de María, ministras de los enfermos, que tienen 126 casas en el mundo con 2,380 religiosas.
El fundador de la comunidad se fue de misionero a lejanas tierras y el sucesor se dejó creer de cuentos y habladurías y destituyó a Soledad del cargo de superiora. Ella se alegró de poder asemejarse a Cristo en padecer incomprensiones y persecuciones. En sus visitas a Jesús Sacramentado obtenía fuerzas para sufrir con paciencia y por amor a Dios.
Después se supo la verdad de todo y fue restablecida en su cargo, y bajo su dirección se extendió admirablemente su congregación.
Murió el 11 de octubre de 1887 a la edad de 61 años. Fue canonizada por Pablo VI en 1970.