ORIGEN DE LA GAITA ZULIANA




La gaita de furro o maracaibera, género musical tradicional que identifica a nuestro pueblo zuliano en todos los rincones del mundo, no tiene un origen preciso. Mucho se ha hablado de sus inicios, pero poco se escribió al respecto.

Un manuscrito fechado el 25 de abril de 1660, titulado Glorioso San Sebastián, constituía el testimonio más antiguo que se tenía sobre la gaita zuliana. El hallazgo de este documento, lo realizó el profesor Agustín Pérez Piñango, en el antiguo convento de San Francisco situado en plena plaza Baralt de Maracaibo, dentro de un cofre de madera escondido incrustado en una pared de la antigua edificación. Sin embargo, de una información documental que presentó el pionero de la gaita profesional Alfonso Huerta Bracho, se manifiesta que la gaita "surgió el 4 de diciembre de 1782 en el Cantón de Gibraltar del estado Zulia, como canto de protesta que el negro esclavo Simón Chourio y su hermana María Dolores iniciaron contra sus amos. Los versos encendidos de los negros molestaron tanto a los españoles que muchos de los cantantes fueron flagelados".

En la última década el psicólogo, abogado, profesor universitario y compositor perijanero Víctor Hugo Márquez ha aportado grandes hallazgos sobre el verdadero origen de la misma a través de la Cátedra Libre Internacional de la Universidad del Zulia sobre la Gaita Zuliana. Márquez ha publicado que la gaita zuliana tiene sus orígenes: africano, indiano y andaluz. Al respecto también nos hablaba Humberto Rodríguez, "Mamaota", que un día nos manifestó que el cuatro venezolano surgió de la guitarra española, la tambora nos llegó de África, las maracas es un aporte de nuestros indígenas, la charrasca vino de las islas del Caribe y el furro o zambomba es de descendencia europea.

Seguiremos investigando acerca de este género musical zuliano que cuenta con una magia percutiva que hace vibrar a cualquier ser humano del mundo. Es de suma importancia que los nuevos protagonistas de la gaita de furro sepan que este ritmo tradicional tiene todos los ingredientes para producir alegría en el espectador; podemos protestar con ella, cantarle al amor, a las deidades, a la Navidad, pero la esencia de este ritmo tradicional zuliano es esparcir alegría por todo el mundo.


Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.