NACE EL PRIMER OBISPO DEL ZULIA




1839, nace en Valencia, hoy, estado Carabobo, quien sería más adelante el primer obispo de Maracaibo.

Francisco Márvez se ordenó como sacerdote a los 24 años y a su consagración de obispo efectuada en la Catedral Metropolitana de Caracas, asistieron el presidente Joaquín Crespo y todo su Tren Ejecutivo. En el Zulia tuvo un gobierno ejemplar y de gran trascendencia para el prestigio de la Diócesis, donde logra la reconciliación de los sectores políticos en constantes luchas civiles, donde destacaba el padre Jesús María Zuleta, político y militar de la época. Murió en Caracas el 17 de diciembre de 1904, y sus restos fueron trasladados a Maracaibo y enterrados en la Catedral. El presidente Cipriano Castro trató de eliminar la Diócesis, pero no lo logró, hasta que se nombró en 1910, a Monseñor Arturo Celestino Álvarez.

El 13 de febrero de 1898, toma posesión en Maracaibo como primer obispo de la Diócesis del Zulia, monseñor Francisco Márvez, ceremonia realizada en medio del júbilo de la población católica, que desde años atrás clamaba por una administración apostólica propia, sin depender como hasta ese momento de la de Mérida.

El papa León XIII complació las reiteradas solicitudes de los zulianos, y en julio de 1897, dictó la bula "ad spiritualia subsidia" que la creaba. El Papa también atendía la decisión de Venezuela manifestada a través del presidente Joaquín Crespo, de acuerdo con la Ley de Patronado Eclesiástico.

Monseñor Márvez había nacido en Valencia, Venezuela, el 10 de noviembre de 1839, hijo de Francisco Márvez de Córdova y de Carmen García Matute. En 1855 recibe el título de Bachiller en Filosofía del Seminario Tridentino de Caracas. De la Universidad Central de Venezuela egresa como Doctor en Teología en 1866.

Francisco Márvez realizó en el Zulia una misión pastoral alabada por todos, estableciendo instituciones eclesiásticas y sembrando la moral y las buenas costumbres en la comunidad.


Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.