LA ORQUESTA SINFÓNICA DE MARACAIBO




El 30 de septiembre de 1958, después de innumerables esfuerzos, se decreta la creación de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, gracias a las gestiones de importantes ciudadanos del Zulia para entonces.

El 15 de octubre del mismo año tuvo lugar su primer ensayo, y el nueve de diciembre presenta su primer concierto en el Paraninfo de la Universidad del Zulia, bajo la dirección de maestro Andrés Sandoval.

Para la creación de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo se dieron varios intentos, y uno de ellos, se remonta al 27 de marzo de 1935, cuando José Ricci y Régulo Leonardi, se unieron para lograr el apoyo del presidente del Zulia Vincencio Pérez Soto, y organizar una orquesta sinfónica, cuyos integrantes se reunían en el domicilio del contrabajista Osmán Waisa. Días más tarde, se escenifica en las instalaciones del Teatro Baralt de Maracaibo, específicamente, el 27 de mayo de ese mismo año, el magistral sonido de lo que se conoce como el primer concierto de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, bajo la dirección del maestro José Ricci y la participación de Guillermo Trujillo Durán, Régulo Leonardi, Rosario MacGregor, entre otros. Posteriormente, actuaron en el edificio Blue Book de la plaza Baralt, teniendo como primer violinista al profesor italiano Salvatore Coggiano.

En 1936 vuelven a engalanar el Teatro Baralt, esta vez con la participación de las cantantes marabinas Elvira Govea, Blanca Bracho y Rosario MacGregor; además del tenor español Juan B. Badía. Finalmente, el 30 de septiembre de 1958, por decreto del Ejecutivo regional, y con el apoyo del doctor Horacio Guillermo Villalobos, fue creada oficialmente la Orquesta Sinfónica de Maracaibo, la cual fue adscrita a la Dirección de Educación y Cultura del Estado Zulia, el 7 de febrero de 1961.

En 1983 fue declarada Patrimonio Artístico de la Nación, por ser considerada la mejor de América Latina, llenando de orgullo no solo a los zulianos, sino también a todos los venezolanos.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.