LA GAITA ZULIANA PATRIMONIO CULTURAL
El Zuliano Rajao
En el Zulia se cantan villancicos y aguinaldos en las misas de gallo en las mañanas decembrinas, como en todos los pueblos de Venezuela, pero la gaita es algo distinto, algo que constituye una manifestación auténtica del folclor regional; es la expresión franca de los sentimientos populares del Zulia.
No se ha podido precisar cuándo ni cómo llegó la gaita a nuestra región, pues, aunque algunos la consideran autóctona, no es así. Se supone que su introducción se debe a los españoles en la época de la colonia, pero es inocultable que la tambora es de origen africano, las maracas es un aporte de nuestros indígenas, el furro o zambomba viene de la madre patria, la charrasca proviene de los pueblos antillanos y el cuarto o cuatro, guitarrilla de cuatro cuerdas de procedencia europea.
La gaita zuliana surgió al calor de la poesía popular española, la misma nada tiene que ver con el instrumento gallego o escocés que lleva tal nombre, y sí en cambio, emerge de la expresión poética de los sentimientos de nuestro pueblo. Ahora, lo que viene a dar a la gaita su característica zuliana, es la instrumentación percutiva que le da vida propia. Esta armonización de instrumentos hace de la gaita zuliana un tipo especial de música que ha logrado imponerse en el tiempo con características propias, típicamente regional, sin igualarse a ninguna de las otras expresiones del folclor nacional, por eso reafirmamos, la gaita es zuliana, y no debemos permitir que la definan como la gaita venezolana, ya que se desvirtúa el origen la misma.
Patrimonio Cultural
Desde el 29 de mayo de 2014, la Asamblea Nacional declaró a la gaita, género típico del Zulia, como Patrimonio Cultural de Venezuela. El furro retumbó de júbilo con esta decisión, que saldó una deuda histórica con un género que contagia de identidad a toda Venezuela, sobre todo en las fiestas decembrinas.
Sentir zuliano, Virgen de Chiquinquirá, Gaita zuliana, "La campeona", La Grey Zuliana, Orinoco, Maracaibo Marginada, Aquel zuliano" y Mi ranchito", son sinónimos de devoción, fervor mariano, protesta, amor, fiesta e identidad regional, que al repique de las tamboras, con la armonía del cuatro, el rugir del furro, el chillar de la charrasca y el rocío de las maracas, todos juntos inmortalizados en la memoria histórica de nuestra identidad nacional, porque ya no es sólo del Zulia, sino de toda Venezuela; y muy pronto del mundo entero.