LA CEIBA POR QUISIRO… ¡QUÉ DESPOJO!
El 28 de abril de 1856, el Congreso Nacional aprueba la nueva Ley Nacional de División Político Territorial, donde la provincia de Maracaibo figura con cinco cantones y 26 parroquias, entre ellas la parroquia Democracia, capital Quisiro, que pertenecía a la provincia de Coro, cedida a la de Maracaibo por el Congreso Nacional para compensar de alguna forma el despojo hecho seis años antes, cuando al Zulia le arrebataron el Puerto de La Ceiba y La Ceibita, hoy territorios pertenecientes al estado Trujillo.
ANTECEDENTES DE ESTE INACEPTABLE DESPOJO:
Desde 1842, la provincia de Trujillo reclamaba una salida al lago de Maracaibo, bajo el argumento que la navegación lacustre era imprescindible para la comercialización de sus productos agrícolas. El 9 de abril de 1850, según Decreto N° 475 del Gobierno nacional, se declara la separación de las parroquias La Ceiba y La Ceibita del estado Zulia, para agregarlas al cantón Escuque de la provincia de Trujillo, hecho que generó fuertes protestas en Maracaibo. Seis años más tarde, el Congreso nacional resolvió, para compensar esta pérdida de territorio zuliano, ceder la parroquia Democracia, capital Quisiro, que pertenecía a la provincia de Coro, alegando conveniencias socioeconómicas y también por razones topográficas.
En 1887, el Puerto La Ceiba fue estratégico al inaugurarse el Gran Ferrocarril La Ceiba-Sabana de Mendoza, consolidándose cuando se logra la ampliación del ferrocarril hasta la Planicie de Motatán. Después de la puesta en marcha la Carretera Trasandina o Panamericana, este Puerto perdió interés entre los comerciantes, ya que su recorrido quedaba distante de la nueva arteria vial.
La Ceiba había sido fundada por misioneros Jesuitas en 1620, y su nombre inicial fue Pueblo Viejo. Las excursiones de piratas y las guerras de Independencia y Federal, debilitaron el comercio del famoso Puerto de Gilbraltar; es cuando los merideños y trujillanos aprovecharon las bondades que les brindaba el Puerto La Ceiba.
Ya Venezuela es otra, las vías de penetración y transportes de cargas han cambiado mucho en los dos últimos siglos, por ende, ya la navegación por nuestro lago con el objeto de transportar los productos agrícolas y pecuarios no es estratégica ni conveniente. Por tal motivo, Mérida y Trujillo deben devolver esos territorios despojados ilegítimamente por los caudillos de turno, para de esa manera, el Zulia recupere su codiciado territorio y su vulnerable autonomía.
Por: Agustín Arteaga