GUALBERTO IBARRETO, ''EL PICHÓN''




1947, nace en El Pilar, municipio Benítez, estado Sucre, Venezuela, Gualberto José Ibarreto Barrios, quien durante su infancia aprende la ejecución de instrumentos de cuerdas por medio de la audición y observación de músicos populares del Oriente del país. Recibe algunas nociones de música académica de los maestros Tobías Hernández y del padre Raúl Bennedetti; más adelante, logra dominar la ejecución del cuatro, mandolina, guitarra y piano.

Entre sus primeras experiencias se cuentan, el haber cantado en el Orfeón del Liceo Briceño Méndez, como también su participación como ejecutante de mandolina en la Estudiantina del Colegio San Antonio de Padua de El Tigre, estado Anzoátegui.

Entre 1970 y 1975, Gualberto Ibarreto realiza sus primeras presentaciones en solitario en las salas de la Universidad Central de Venezuela y en la Universidad de Los Andes. En las instalaciones de esta última, en 1973, gana el Primer Festival de la Canción Universitaria con una obra musical del maestro Luis Mariano Rivera titulada Cerecita. A partir de ese momento logra grabar su primer disco para el sello Promus, y además, ser contratado por Radio Caracas Televisión como artista exclusivo; es así como concibe su primer gran éxito nacional conocido como María Antonia, un canto tradicional de Puerto Rico de la autoría de Plácido Acevedo e interpretado por el Quinteto La Plata en 1939.

A este cantante autodidacta con registro baritonal, se le acredita haber popularizado cantos tradicionales del Oriente del país como: polo margariteño, galerón, jota margariteña, malagueña, jota carupanera, gaita margariteña, entre otros géneros orientales.

En noviembre de 2011, recibe de la Asamblea Nacional la distinción de Patrimonio Cultural Viviente de Venezuela, por su gran aporte al pentagrama tradicional de nuestro país.

Desde el Zulia enviamos "un abrazo del tamaño de la guitarra del lago de Maracaibo" a este gran intérprete de la música venezolana…

¡Saludos "Pichón"!


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.