EL POETA ZULIANO OCTAVIO HERNÁNDEZ

1925, muere en Maracaibo, Zulia, el poeta, escritor, periodista, educador, dramaturgo, biógrafo y traductor Octavio Hernández Arria, quien fue profesor de Lengua y Literatura en el Colegio Federal de Varones de Maracaibo, Escuela Nocturna de Artesanos de Cúcuta, Escuela de Comercio y Lenguas Vivas y en la Universidad del Zulia, méritos docentes por los cuales se hizo merecedor de la Medalla de Instrucción Pública.
Desempeñó varios cargos públicos, entre ellos: secretario general de Gobierno de la Sección Zulia del Gran Estado Falcón-Zulia, secretario general de Gobierno del Estado Miranda, juez del Distrito de Maracaibo, registrador subalterno del estado Zulia, interventor de la Aduana de Maracaibo, liquidador de Rentas del Zulia, presidente y secretario de la Asamblea Legislativa del Zulia y presidente de la Constituyente del Estado Miranda.
BIOGRAFÍA DE ESTE NOTABLE POETA ZULIANO
El 19 de noviembre de 1856, Maracaibo ve nacer a uno de sus hijos predilectos, Octavio Hernández Arria, educador, periodista, escritor, gramático, poeta, dramaturgo, biógrafo, políglota, filólogo y político.
Este zuliano fue reconocido como docente en Cúcuta, Miranda y Zulia, donde recibió la Medalla de Instrucción Pública de la Universidad del Zulia; además, ocupó cargos importantes en instituciones educativas. Fue director de la Gaceta Oficial del Estado Zulia, secretario de Gobierno tanto del Zulia como de Miranda y presidente de ambas Asambleas Legislativas.
El profesor Hernández fue premiado en el Concurso Abierto para la inauguración del Teatro Baralt, el 24 de julio de 1883, con la obra: ¡Qué mujer!, comedia en dos actos y en versos. El popular profesor Octavio era hijo del famoso periodista Pedro José Hernández, pionero de periodismo zuliano.
El doctor Jesús Enrique Lossada dijo de él: "Humanista como para hombrearse con los más grandes de cualquier país, polígrafo, gramático, filósofo, hablaba en lenguas antiguas y modernas, era él mismo un areópago, toda una academia, por la estupenda multiplicidad y profusión de sus conocimientos".
Por: Agustín Arteaga
