EL LÍDER DEL BARRIO OBRERO DE CABIMAS

El Zuliano Rajao



1998, muere en Cabimas, Zulia, lugar que lo vio nacer, Alberto Silva Narváez, fundador y director del conjunto gaitero Barrio Obrero de Cabimas.

Este cabimense fue un destacado estudiante de la Escuela Técnica Industrial de Cabimas en la especialidad de Petróleo, aunque culmina su carrera en la Escuela Técnica Industrial de Caracas, obteniendo el título de Técnico Superior de Petróleo. Más Adelante, cursa estudios de Química, convirtiéndose en un gran profesional en la cátedra. Se desempeña como profesor en la Escuela Nuestra Señora del Rosario, institución regentada por las hermanas de la Congregación denominada María Auxiliadora. Tiempo después, continúa fungiendo como profesor, pero ahora en la Escuela Técnica de Maracaibo, donde llega a ser su director. Al mismo tiempo que ejercía la docencia, se desempeñaba como gaitero, fundando junto a su hermano Héctor Silva Narváez y a Ramón Herrera, el conjunto Barrio Obrero de Cabimas en el entonces Campo Obrero, barriada de Cabimas que cambió su nombre al de Barrio Obrero, gracias a la influencia musical y cultural de esta agrupación.

Silva Narváez fue un gran defensor de la gaita tradicional y del uso de los instrumentos originales de este género musical: furro, tambora, cuatro, charrasca y maracas. Solista, declamador, presentador e imagen del Barrio Obrero de Cabimas, además, recordamos que antes de presentar alguna obra musical, primero declamaba el estribillo y en ocasiones algunas estrofas. Fue uno de los pioneros de la gaita protesta; logra grabar las composiciones de "Chinco" Rodríguez, así como de otros compositores para imponer grandes éxitos como: Así es Maracaibo, Gaita primitiva, Gaita al puente, Bobures, La dieta, Un ojo dimos, Señora de mis pensamientos, Dos regalos, entre otras.

Tiempo después de su muerte, el Instituto Municipal de la Gaita y el Folclor le otorga la Orden al Mérito al Artista Post Mortem. Alberto Silva Narváez dejó en manos de sus hermanos, hijos y sobrinos un gran legado, la gaita de furro pura y sonoramente tradicional.


Por: Agustín Arteaga



APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.