EL HISTORIADOR MANUEL MATOS ROMERO

El Zuliano Rajao



1989, muere en Maracaibo, Zulia, Manuel Matos Romero, destacado historiador, escritor, ensayista, musicólogo, educador, folclorista y abogado que dedicó gran parte de su vida a rescatar la historia del Zulia. En 1930 recibe en la Universidad de Pisa, Italia, el título de Doctor en Jurisprudencia, y más adelante, en la Universidad Central de Venezuela, el de Doctor en Ciencias Políticas y Sociales.

Matos Romero fungió como profesor de Derecho Romano, Derecho Español, Derecho Público Eclesiástico, Principios Generales de Derecho, Derecho Penal y Legislación en Minas en la Escuela de Ciencias Políticas de Maracaibo. También fue magistrado de la Corte Superior de Justicia del Estado Zulia, juez de primera instancia en lo Civil y Mercantil del Zulia, diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Zulia por el distrito Páez (Guajira) y al Congreso Nacional.

Como radiodifusor fue director gerente de las emisoras Ondas del Lago 1.120 AM y Radio Cabimas 1.180 KHZ; además, administrador de la revista del Colegio de Abogados del Zulia, Miembro de Número de la Academia de Historia del Zulia y su presidente entre los años 1977 y 1979. Por su labor cívica, histórica, folclorista y literaria, se hizo merecedor de innumerables reconocimientos que lo convirtieron en uno de los zulianos más prolíferos durante setenta años, teniendo como rasgo fundamental, su gran amor por la historia, que manejó como investigador apasionado en sus producciones históricas de base fundamental. A parte de músico (saxofón), fue un gran conocedor de las costumbres y leyendas de la región zuliana, de su folclor y de su música, recabando mucha información para las futuras generaciones.

Cabe destacar que este zuliano acompañó como amigo y guía al novelista Rómulo Gallegos, cuando este recorrió La Guajira y la Costa Oriental del Lago con el fin de documentarse para su obra Sobre la misma tierra.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.