EL FUTURO PUENTE SOBRE EL LAGO




El 19 de agosto de 1957, se convierte en una fecha inolvidable para los zulianos, ya que se inician los trabajos de construcción del anhelado Puente Sobre el Lago de Maracaibo, que más adelante, llevaría el nombre de nuestro máximo héroe regional, general en jefe Rafael Urdaneta.

Todo comenzó con la implantación de los dos primeros pilotes a 600 metros del sector Punta de Piedras, hoy, jurisdicción del municipio San Francisco, con la utilización de un martillo de siete mil kilos, que según personas de la época, era el martillo más grande del mundo.

Para este proyecto se contrató en 1956 a la compañía Campenon Bernard de Venezuela para realizar el estudio y selección de una ruta. Se encontraron cinco posibles trazados, los cuales fueron: Capitán Chico-Altagracia, La Ciega-Punta Leiva, Punta Santa Lucía-Palmarejo, San Francisco-Punta Camacho y Punta de Piedras-Punta Iguana, siendo este último el seleccionado por las ventajas de ubicación, firmeza en las playas de cabeceras del puente, fácil acceso a la zona occidental y campo abierto para las instalaciones y dependencias.

En esta gran obra se seleccionó el anteproyecto de la firma Pre-comprimido y Asociados, que formulaba un puente de arcos de concreto armado y los tres centrales que permitían la navegación por sus alturas. Sería ejecutado en concreto pretensado, con un ancho de 17.40 metros, con cuatro trochas de 3.60 cada una, dos burladeros laterales de 0.90 y una isla central de 1.20 metros, con una longitud total de 8.678,60 metros, formado por 135 aberturas, más un pedraplén.

Después de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez la obra fue paralizada, reiniciándose durante el gobierno de Rómulo Betancourt, teniendo un costo final de 350.105.830 bolívares e inaugurándose el 24 de agosto de 1962 con el nombre de Puente Sobre el Lago General Rafael Urdaneta, y contando además, con la bendición de monseñor Domingo Roa Pérez, arzobispo de Maracaibo y con la presencia de destacadas personalidades del país.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.