EL CREADOR DEL RITMO ESCARAY
El 21 de marzo de 2011, fue un día muy triste para los habitantes del Zulia, muy específicamente para los vecinos de la Costa Oriental del Lago. De manera sorpresiva se corre la mala noticia de la muerte de Luis Escaray, líder y propietario de la agrupación gaitera VHG. Ese deceso sorprendió a todo el mundo, nos tomó de sorpresa, nos causó llanto y dolor, porque ese "Morochero", como él mismo se definía, había partido al encuentro con su Dios Todopoderoso.
Don Trino Boscán y quien escribe, fuimos hasta Las Morochas a despedir al gaitero inmortal, al amigo, al titán gaitero que venció con talento y tenacidad las vicisitudes que tuvo que pasar en Maracaibo para poder dar a conocer sus obras musicales. Fue objeto de veto radial, ofensas de algunos comunicadores y comunicadoras, hasta campañas de desprestigio difundidas por una emisora marabina, hoy fuera del aire; sin embargo, la maldad no pudo con la genialidad, el talento y la capacidad de trabajo que sembró Escaray en pro de su amada gaita zuliana.
CONOZCAMOS AL CREADOR DEL RITMO ESCARAY
El 13 de septiembre de 1961, nace en el Hospital Universitario de Maracaibo, Luis Antonio Escaray Guillén, el futuro gaitero debuta en los escenarios a la corta edad de 13 años con la agrupación Nueva Era de Las Morochas, su pueblo querido en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, Zulia.
Pasa por varios grupos gaiteros, gana festivales interliceístas e incursiona en la música bailable zuliana con diversas agrupaciones. Regresa a la gaita por la puerta grande, ingresando en 1990 a Rincón Morales, "El Coloso de Cantares", donde graba junto al parrandero Ender Fuenmayor, La meneá. Luego, prueba suerte con los Cardenales del Éxito y Pillopo; con este último se da a conocer como cantautor con la obra musical No mojo pero empapo, donde compartió autoría con Neguito Borjas, y que más adelante, el mismo Escaray versionó en su voz con el Gran Caribe.
En 1995 ingresa a Venezuela Habla Gaiteando, VHG, y se gana todos los premios con Conciencia, Gaita del Año 1995, de su autoría, acompañado de Nancy de Fernández y la siempre pequeña Andreína Carrizo. Posteriormente, vienen otros éxitos como: Ultraje, con Gustavo Aguado; Por allí se va la patria, con la participación del locutor Renny Ottolina; 90-60-90, con Carlos Méndez; Primero es mi gaita, donde exigió el premio Orquídea para nuestra gaita; La chupa chupa, La voy a tocar a pie, Déjala que agarre el golpe, Alma zuliana, entre otros éxitos, que fueron legítimas Gaitas del Año.
Desde la Costa Oriental del Lago, Luis Escaray enfrentó con humildad, pero con talento y gallardía, a los radiodifusores vinculados con los gaiteros de Maracaibo, que quisieron cerrarle las puertas, pero la maldad no pudo con él, y logró convertirse en el más importante gaitero del siglo XXI, quien nos dejó el "Estilo Escaray", legado que han continuado hasta sus propios adversarios.
Por: Agustín Arteaga