DOUGLAS SOTO, ''EL SCOUT DE LA GAITA''




La instrumentación gaitera siempre ha tenido grandes protagonistas a través de la historia musical del Zulia, sobre todo en el siglo pasado, cuando emergieron de las coloridas calles de El Saladillo y El Empedrao, los populares furreros, figuras emblemáticas que hacían vibrar los enlosaos marabinos.

Estos fueron hombres que se convirtieron en instituciones, gracias a la complicidad del cuero y la verada. Algunos de ellos han quedado sembrados en la memoria de nuestro pueblo gaitero: Virgilio Carruyo, Aniceto Rondón, Jesús Lozano, Moisés Bracho, Ciro "Coyeyo" Villalobos, "El Gran Mahón" (abuelo de Rafael Rincón González, entre otras glorias del madullo.

La magia percutiva de nuestra gaita de furro es única en el mundo, género musical donde convergen sonidos intensos, que unidos hacen vibrar las fibras de los nacidos en la tierra del Catatumbo.

El máximo exponente del furro, furruco, zambomba o madullo, en la era comercial de nuestra gaita, sin lugar a dudas, fue Douglas Alberto Soto González, el gran embajador de este instrumento de percusión que identifica a todo un pueblo en la geografía terráquea.

Douglas Soto, un enamorado eterno de la gaita, un veritero audaz, un contador público que sí supo sumar a favor de su reina gaitera, recibió la bienvenida a la luz en la Tierra del sol amada, el 16 de enero de 1943, para estampar su huella grave con la verada incansable de sus mejores días, para convertirse, temporada tras temporada, en "El Scout de la Gaita", porque su segunda misión en la vida fue, la de cazatalentos para su gaita de furro.

En la próxima edición, hablaremos de sus comienzos en la gaita zuliana, como retribución a tantos aportes a nuestro canto más alegre.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.