DOMINGO LUCIANI, GRAN MÉDICO ZULIANO




1886, nace en Maracaibo, Zulia, Domingo Luciani, eminente médico cirujano, escritor, profesor universitario, orador y autor con más de 100 trabajos científicos publicados.

Este orgullo de la medicina zuliana emigró muy joven a la capital de la República para lograr cristalizar su sueño de ser médico, ya que el presidente Cipriano Castro clausuró la Universidad del Zulia en 1904. A los 24 años de edad recibe el título de Doctor en Ciencias Médicas en la Universidad Central de Venezuela, donde más adelante funge como docente en varias cátedras y director de la Escuela de Medicina, además de ocupar el cargo de vicerrector interino.

El doctor Luciani reemplazó al famoso médico Luis Razzetti en la cátedra Clínica Quirúrgica en la mencionada universidad, cargo que desempeñó por veintiséis años ininterrumpidos. También viajó al exterior para incrementar sus conocimientos académicos, logrando especializarse en Cirugía, tanto en Francia como en Inglaterra.

Para que conozcan el extraordinario desempeño de este gran galeno zuliano, detallaremos algunos cargos, oficios y compromisos que asumió durante su fructífera vida profesional en todo el país, muy especialmente en Caracas, donde le fue reconocido su gran aporte a la salud de los habitantes de la ciudad capital: Presidente de la Academia Nacional de Medicina, jefe de Cirugía del Hospital Vargas, presidente de la Asociación Médica Venezolana, director de Asistencia Social del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, cofundador de la Sociedad Médica de Caracas y Presidente de la Sociedad Venezolana de Cirugía.

En su honor, en Caracas le fue asignado su nombre al Hospital del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales del sector El Llanito.


Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.