ADIÓS AL ''PINTOR MUSICAL DEL ZULIA''
El movimiento artístico del Zulia se sorprende al amanecer del 15 de enero de 2012, al conocerse la noticia del fallecimiento del maestro de maestros, Rafael Rincón González, toda una gloria de la música típica zuliana, líder de varias generaciones de compositores e inspirador de muchos más, quien nos dejó un tesoro incalculable de hermosas melodías decoradas con frescas armonías y abrazadas con la esencia pura del gentilicio zuliano.
Este personaje que pregonó por todo el mundo el hecho de sentirse orgulloso de ser zuliano y sobre todo marabino, un ciudadano irrepetible y joya inmortal de nuestro patrimonio regional, que es y seguirá siendo Rafael Rincón González.
A continuación el perfil de este gran zuliano que tuvimos de honor de disfrutar en vida:
El 30 de septiembre de 1922, nace en la calle Los Biombos, casa Nº 18 del barrio El Saladillo de Maracaibo, Rafael Augusto Rincón González, bautizado por el maestro Carlos Parra Bernal como "El Pintor Musical del Zulia".
A los dieciséis años compone su primera obra titulada Linda trigueña, y más adelante, Luis Gonzaga Carruyo le graba su primera danza, Ruego. En 1944 compone la danza Pregones zulianos, la cual sería grabada originalmente por Teresita Antúnez a finales de los años 50's. Fue autor de grandes clásicos zulianos como: José el Platanero, Soberana, Maracaibera, Maracaibo florido, Danza zuliana, Chinquita, entre otros éxitos.
Los gaiteros de los años 40's y 50's pregonaban que el maestro Rincón González no componía gaitas de furro, y por tal motivo, le entregó al conjunto Los Picapiedras en 1964 las siguientes gaitas: Nuestra gaita, Gaita viajera y Gaita maracaibera. Al año siguiente (1965) repite la hazaña, cediendo composiciones suyas a Los Compadres del Éxito, como Lago de Maracaibo y la contradanza El gran Mahón, demostrándole al conflictivo medio gaitero su gran capacidad de creación en los géneros musicales típicos del Zulia.
Rafael Rincón González recibió los más importantes reconocimientos a nivel regional y nacional, entre ellos el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad del Zulia.
Por: Agustín Arteaga