Septiembre 24, 2015
En 1821, siguiendo las instrucciones del Libertador Simón Bolívar, el general zuliano Rafael Urdaneta sale de Maracaibo con sus tropas vía a Coro y a Carora. Allí tiene que quedarse por enfermedad, pero su Ejército continuó.
Bolívar había iniciado su marcha en Barinas con dirección a Guanare y San Carlos; Páez salió de Achaguas, y tras una penosísima marcha al mando de 2.500 hombres y conduciendo 2.000 caballos de reserva y 4.000 novillos para el abastecimiento del Ejército, llegó a San Carlos el 4 de junio.
Finalmente, el 24 del mismo mes, se enfrentaron a las 12 del mediodía, 4.079 realistas contra 6.500 patriotas. Apenas la mitad de los efectivos pudieron participar en la Batalla, que culminó en cuestión de una hora.
La División de Páez fue prácticamente la única que intervino, con sus llaneros y la Legión Británica. Fue tan contundente la hazaña de Páez, que el Libertador lo ascendió a General en Jefe en el mismo campo de batalla.
La Batalla de Carabobo aseguró la Independencia de Venezuela, si bien hubo que esperar hasta el 24 de julio de 1823, para rubricarla definitivamente con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo.