El Zuliano Héctor Cuenca

Septiembre 23, 2015




Fallece en Caracas, el 14 de abril 1961, el odontólogo, doctor en Ciencias Políticas y Sociales, político, diplomático y escritor zuliano, Héctor Cuenca Carruyo.

Fue un destacado poeta y ensayista del grupo Seremos y de Renovación Literaria; fundó la revista La Hora Literaria, publicó los poemarios, La Inquietud Sonora y El Surco Vivo, ambos postmodernistas. Ganó el Concurso de Prosa de las Bodas de Oro de la Sociedad de Mutuo Auxilio con su ensayo, Marcial Hernández: Esbozo Crítico. Realizó estudios de Legislación Social en Argentina, Uruguay y Chile, lo que le dio la oportunidad de ser ministro del Trabajo y Comunicación, y presidente del estado Zulia. Además fue docente del Instituto Maracaibo, que era propiedad de su padre, el educador Raúl Cuenca; del liceo Rafael María Baralt, del Instituto Libre de Cultura Popular, de la Escuela de Ciencias Políticas de Maracaibo, de la Universidad Central de Venezuela y de la Católica Andrés Bello.

Logró ser Individuo de Número de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, pero no pudo recibirse; también fue presidente de la Flota Mercante Gran Colombiana y embajador en el Perú.

Según el escritor zuliano Néstor Leal, la fracción más memorable de la obra literaria de Héctor Cuenca, es aquella que se remonta a sus años juveniles, como los Carbones Urgentes de la Hora Literaria, que son breves, ágiles e incisivas semblanzas críticas sobre escritores zulianos, andinos y peruanos.




APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.