SE INAUGURA EL PRIMER TEATRO BARALT




El 24 de julio de 1883, para beneplácito de la sociedad zuliana, se inaugura este día una edificación muy anhelada por los amantes de las tablas. Con motivo de la celebración del Centenario del natalicio de nuestro Libertador Simón Bolívar, abre sus puertas al mundo teatral y artístico, el primer inmueble para un teatro en el Zulia, que llevaría el nombre del gran poeta y escritor zuliano Rafael María Baralt, hablamos del legendario Teatro Baralt.

Los antecedentes de este teatro vienen desde 1839, cuando se colocó la primera piedra como acto emblemático para su construcción por parte de la Sociedad Empresaria del Teatro, situándolo en la esquina noroccidental de la plaza Mayor, hoy, plaza Bolívar. Lamentablemente, se paralizó este primer intento de construcción, años más tarde, la Sociedad de la Unión se encarga de reimpulsar el proyecto y cuenta con el apoyo logístico y promocional de dos compañías de teatro nacientes, una liderada por Francisco Gallardo, y un año después (1842), surge la famosa Sociedad Dramática de Aficionados, las cuales unen esfuerzos para hacer colectas públicas y logran cercar el terreno que tenía un escenario improvisado que pudieron techar en 1847, para darle más garantías a los actos. Luego, en 1852, el Gobierno regional decide intervenir y mejorar las instalaciones del improvisado teatro, inaugurándolo el 28 de octubre de ese año con la obra Lázaro o el Pastor de Florencia de Bouchardy.

Posteriormente, el presidente del Zulia Rafael Parra, es quien toma la decisión de construir un teatro que realmente satisficiera la ansiedad que manifestaban los marabinos, sobre todo por la actividad teatral. De modo que nombró una Junta de Fomento para cristalizar el anteproyecto del ingeniero Manuel de Obando, el cual fue inaugurado con bombos y platillos el 24 de julio de 1883.

Toda la construcción de esta primera edificación de hermosos detalles para la época y con una capacidad para 250 personas, fue dirigida por reconocido constructor Manuel S. Soto, y fue en ese recinto donde se exhibieron por primera vez, entre los años 1896 y 1897, las primeras cintas cinematográficas del país, proyectadas por el cineasta zuliano Manuel Trujillo Durán.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.