SE APAGA LA VOZ DE ALFREDO SADEL

1989, este día despiden con honores del gran escenario terrenal, a quien sería el mejor cantante venezolano de todos los tiempos. Indiscutiblemente, nos referimos a Manuel Alfredo Sánchez Luna; actor, compositor y famosísimo cantante lírico y popular, conocido artísticamente como Alfredo Sadel.
Desde muy joven se inició como cantante en el programa La caravana Camel que transmitía Radiodifusora Venezuela, pero sus representantes le recomendaron que se cambiara el nombre, por uno que fuese más sencillo de recordar; fue entonces cuando combinó su primer apellido, Sánchez, con Gardel, en homenaje al cantautor argentino Carlos Gardel, y desde entonces se dio a conocer en el mundo entero como Alfredo Sadel.
En 1948 grabó el pasodoble Diamante negro, en homenaje a un torero venezolano muy conocido para la época, que para muchos fue la primera grabación en un disco de acetato en nuestro país. Al siguiente año, graba Desesperanza, un bolero de la compositora venezolana María Luisa Escobar, el cual se convierte en la canción de año 1949. Triunfó en su tierra natal y en varios países de Europa y América, al grabar más de 2.000 canciones, recogidas en 200 discos de 78 RPM, y unos ciento treinta en larga duración editados en varios países.
en 1951 se estrena en el cine con una producción nacional titulada Flor del campo; posteriormente, en 1956, dada su gran fama como cantante popular, es solicitado por el cine mexicano y filma Tú y la mentira, luego vendrían El ratón, Martín Santos el Llanero, Un venezolano en México, entre otras películas.
Alfredo Sadel, llamado "El Tenor Favorito de Venezuela", grabó música venezolana y latinoamericana, como también varios clásicos de la música zuliana. En 1988 graba su primera gaita de furro con la agrupación Universidad de la Gaita, titulada Catatumbo, templo del sol, de la autoría de Renato Aguirre. A pesar de su gran experiencia y estudios realizados en el mundo del canto, Sadel tuvo inconvenientes a la hora de grabar esta gaita, ya que nuestro ritmo pascuero tiene una cadencia única e incómoda para algunos cantantes.
Por: Agustín Arteaga
