RAMÓN SOTO GONZÁLEZ, CIRUJANO ZULIANO




1873, nace en Maracaibo, Zulia, el destacado médico cirujano y autor científico Ramón Soto González. Recibe el título de Doctor en Ciencias Médicas en la Universidad del Zulia en 1898, y presenta como Tesis de Grado un trabajo titulado "Hepatitis Aguda-Abscesos Hepáticos", siendo una de las primeras tesis doctorales presentadas en LUZ.

Su ejercicio profesional lo realiza completamente en Maracaibo, ciudad que deja en varias ocasiones para viajar a Europa y así realizar sus estudios de especialización, donde obtiene el diploma como Médico Colonial en la ciudad de París en 1908, realizando dos viajes más, en 1921 y 1925, para ampliar nuevas técnicas médicas y quirúrgicas. Fue médico de Sanidad del Puerto de Maracaibo en 1910, miembro fundador de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia, de la Academia Nacional de Medicina, vicepresidente del II y IV Congreso Venezolano de Medicina, miembro de la Sociedad de Medicina Tropical de París y del American Collage of Surgeons de Chicago.

Ingresa como cirujano a la Casa de la Beneficencia de Maracaibo el 2 de abril de 1907, donde deja su marca en la historia de la cirugía a nivel nacional. Soto González realizó muchas operaciones que fueron hechas por primera vez en Maracaibo y otras en Venezuela, entre ellas: Craneotomía, en 1907; Operación de Werthein, en 1910; Histerectomía Vaginal por el procedimiento de Doyen, en 1910; Apendicostomía en 1911, y muchas otras más.

Al clausurarse la Universidad del Zulia su cátedra se limitó a la mesa operatoria, hasta que el 18 de enero de 1915 inaugura el curso de medicina libre del Instituto Maracaibo, el cual tuvo poca duración. Fue colaborador de los medios impresos La Beneficencia, El Avisador y la Revista de la Sociedad Médico-Quirúrgica del Zulia, donde publicó numerosos trabajos científicos.

El doctor Ramón Soto González fue discípulo aventajado de los reconocidos galenos Manuel Dagnino y Francisco Eugenio Bustamante, y un cirujano con condiciones muy especiales, orgullo de los zulianos.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.