LA RECORDADA ESCULTORA LÍA BERMÚDEZ




El mundo cultural zuliano recuerda la repentina partida de la reconocida escultora caraqueña Carmen Rosalía González Agreda, conocida en las Artes Plásticas como Lía Bermúdez, acaecida en su ciudad natal el 22 de octubre de 2021.

Esta artista plástica contrajó nupcias con Rafael Bermúdez, y deciden radicarse en Maracaibo, ciudad donde desarrolló todo su talento y conocimientos a favor de la cultura zuliana, siempre de la mano de su gran amigo el maestro Jesús Soto.

Había nacido en Caracas, el 4 de agosto de 1930, lugar donde a los 14 años inicia sus estudios en la Escuela de Artes Plásticas, contando con la tutoría de los reconocidos artistas plásticos de la época, Francisco Narváez y Ernest Maragall.

Entre los espacios emblemáticos donde brillaron sus esculturas tenemos: el Tribunal Supremo de Justicia, la Estación Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas, las puertas del Banco Central de Venezuela en Maracaibo, las escaleras de la Torre CorpBanca en Caracas, el Bulevar de Sabana Grande, la plaza Baralt de Maracaibo, entre otros lugares donde dejó su huella innovadora.

A la profesora Lía Bermúdez le fueron otorgados varios reconocimientos a nivel regional como nacional: Premio Nacional de Escultura y Premio Nacional de Artes Plásticas; Doctorados Honoris Causa de la Universidad del Zulia y de la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt. Fue directora del Instituto Zuliano de la Cultura, secretaria de Cultura del estado Zulia y directora de la Fundación del Centro de Arte de Maracaibo, que más adelante llevaría su nombre.

Desde los 27 años de edad empezó a recorrer su país y otras latitudes cargada de hermosos sueños que se cristalizaron a través del tiempo, y le dieron un buen sitial en las Artes Plásticas, reconocido por todo el pueblo zuliano, al asignarle su nombre al Centro de Artes de Maracaibo Lía Bermúdez, lugar de encuentro de los cultores zulianos.

Desde El Zuliano Rajao honramos su memoria.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.