HÉROES ZULIANOS DEL SIGLO PASADO




El 31 de octubre de 1947, llegan a Detroit, Estados Unidos, procedentes de Machiques, Zulia, Venezuela, tres aventureros orgullo de nuestra tierra: el machiquense José Domingo Márquez, "Mingo"; el villarrosarense José Joaquín Rojas, "Rojitas"; y el maracaibero Régulo Díaz, "Kuruvinda", quienes partieron en un vehículo reconstruido el 27 de enero de 1947 desde la Catedral de Machiques hacia la ciudad de Detroit, logrando una hazaña reseñada en todo el mundo, ya que para esa fecha no existían carreteras en Centroamérica para poder cumplir la travesía.

MÁS DETALLES DE ESTE IMPORTANTE ACONTECIMIENTO

El 27 de enero de 1947, parten desde la Catedral de Machiques, estado Zulia, Venezuela, con destino a la cuna del automovilismo mundial, Detroit, Estados Unidos, en un vehículo Ford Coupé, modelo 28, bautizado como "Fotingo", tres valientes aventureros orgullo de nuestra tierra zuliana; el machiquense José Domingo Márquez, "Mingo"; el villarrosarense José Joaquín Rojas, "Rojitas"; y el maracaibero Régulo Díaz, "Kuruvinda"; quienes salieron en este automóvil reconstruido el 25 de enero de 1947, fecha confirmada por el reconocido folclorista perijanero Víctor Hugo Márquez, hijo del líder de la expedición.

Esta hazaña fue reseñada en periódicos de todo el mundo, ya que para esa fecha no existían carreteras en Centroamérica para poder cumplir la travesía, recorriendo Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos.

La mayor parte de los trechos recorridos fueron trochas y muchas veces les tocó "jalar machete" y abrirse paso entre senderos nunca antes transitados por vehículo alguno.

Fueron nueve meses y cinco días de aventuras, ladrones de caminos, selvas, ríos crecidos, fango, fieras, volcanes, soledad, hambre, fiebres y muchos peligros más, pero aupados por la tenacidad llegaron a su meta.

La historia recoge que los tres valientes viajeros también pasaron momentos de romances, cuando "Mingo" Márquez describía cada episodio vivido con la magia de una musa encendida por su décima repentista.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.