EL PERIODISTA VÍCTOR RAÚL SANDOVAL




1877, nace en Maracaibo, Zulia, el destacado periodista, ensayista y poeta Víctor Raúl Sandoval, quien se dio a conocer en los medios impresos con el seudónimo "Virraval".

Como periodista se inicia desde muy joven en los periódicos El Pedagogo y La Tijera, hasta que tuvo la oportunidad de fundar y dirigir El Cronista. Tiempo después, se une al periodista Adalberto Toledo, padre, y publican el 29 de abril de 1899, La Tira, un trisemanario joco-serio de un formato especial que circuló hasta el 30 de abril de 1903.

En 1911, junto al poeta zuliano Udón Pérez, funda y dirige La Guitarra, único periódico redactado totalmente en versos, incluso los avisos comerciales. Fue colaborador de los periódicos: Ecos del Zulia, El Avisador, El Obrero, El Fonógrafo, Alma Latina, La Información, La Columna y Panorama. En este último mantuvo por varios años una columna muy leída denominada Ecos de todas partes.

Este zuliano desempeñó varios cargos públicos, algunos de ellos fueron: secretario de la Jefatura Civil, jefe civil encargado, secretario de la Junta de Instrucción Pública del Estado Zulia, secretario y diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Zulia, director de Estadística de la Secretaría General de Gobierno y director de la Biblioteca Pública del Estado.

Recibe el primer premio del Certamen para seleccionar el himno de la Asociación Atlética del Zulia, como también compuso el himno del recordado colegio Simón Bolívar que regentaba el educador Sixto Acurero Ponte.

Como poeta se destacó con estos dos libros: Notas del alma (1893), y Rimas del lago (1945). En la composición poética del género lírico (Elegía) escribió El nido roto, donde plasma la muerte de su esposa de una manera conmovedora:

"El nido de mi amor que fue mi encanto
lo hirió la muerte tras sombrío acecho,
i el nido roto, pero no desecho,
gimió bajo la racha del quebranto".

Este brillante periodista zuliano fallece en su ciudad natal, el 26 de marzo de 1952.

Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.