EL PALACIO DE GOBIERNO DEL ZULIA




El 23 de abril de 1868, el mismo día de su cumpleaños, el gobernador Jorge Sutherland inaugura el Palacio de Gobierno de Maracaibo.

La construcción de esta edificación se inicia a principios de 1841, cuyo plano fue levantado por el teniente de ingenieros Olegario Meneses, siendo gobernador del Zulia el general José Escolástico Andrade. La parte inaugurada fue la del frente del Palacio, y la puerta fue abierta con una llave de oro. A este importante acontecimiento se le dedicaron tres días de festividades. Tiempo después, se continúa la construcción del segundo cuerpo que concluye el general Manuel Ayala en 1890.

Años después, exactamente en 1927, y durante la administración del general Vincencio Pérez Soto, se realiza la remodelación más importante del edificio, modificándose el frente, colocando dos grandes cóndores de bronce (en realidad eran de yeso) en actitud de levantar vuelo en los extremos del barandal del tejado. Durante mucho tiempo se conocía con el nombre de Palacio de las Águilas, hasta descubrirse que esas figuras representan a unos cóndores. Ese mismo año, también fue reconstruido y decorado el jardín interior del Palacio que se llamó Patio de los Leones, donde una fuente situada en el centro estaba compuesta de dos leones, de cuyas bocas salía un chorro de agua; se reemplazó la vetusta escalera de madera y mampostería por una robusta y airosa escalera de granito, que ponía en comunicación la planta baja y el primer piso. En la cornisa superior se estamparon en alto relieve el lema político "Viva Gómez y adelante", junto con la fecha, 19 de diciembre de 1927, día de la inauguración de la restauración del histórico edificio.

El 12 de marzo de 1981, se sustituyeron los cóndores de yeso por unos de fibra de vidrio. El 7 de febrero de 1986, la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, lo declara Monumento Histórico Nacional por su estilo neoclásico.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.