COSTO DEL PUENTE SOBRE EL LAGO

El Zuliano Rajao



El 7 de abril de 1956, en la reunión bimensual de la Creole Petroleum Corporation efectuada en el sector La Salina de Cabimas, Zulia, Pablo Villafañe informa que el Proyecto del Puente Sobre el Lago de Maracaibo tendría un costo de ciento cincuenta millones de bolívares. También señaló que en el mes de mayo del mismo año, sería la fecha para la licitación de la obra. Se contrató a la compañía Campenon Bernard de Venezuela para que realizara el estudio, seleccionara una ruta y elaborara dos anteproyectos para las obras a realizar.

Los posibles trazados fueron: Capitán Chico-Altagracia, La Ciega-Punta de Leiva, Punta Santa Lucía-Palmarejo, San Francisco-Punta Camacho y Punta de Piedras-Punta Iguana, siendo este último el seleccionado por las ventajas de ubicación, firmeza de las playas de cabeceras del puente, fácil acceso a la zona occidental y campo abierto para las instalaciones y dependencias.

Se seleccionó el anteproyecto de la firma Pre-comprimido y Asociados, que formulaba un puente de arcos de concreto armado y los tres centrales que permitían la navegación por sus alturas. Sería ejecutado en concreto pretensado, con un ancho de 17.40 metros, con cuatro trochas de 3.60 cada una, dos burladeros laterales de 0.90 y una isla central de 1.20 metros, con una longitud total de 8.678,60 metros, formado por ciento treinta y cinco aberturas, más un pedraplén.

La obra comenzó a construirse al año siguiente en Punta de Piedras, pero se paralizó por la caída del Gobierno del dictador Marcos Pérez Jiménez. La construcción se reinició durante el Gobierno de Rómulo Betancourt, teniendo un costo final de 350.105.830 bolívares e inaugurándose con el nombre de Puente Sobre el Lago General Rafael Urdaneta, el 24 de agosto de 1962, con la bendición de monseñor Domingo Roa Pérez, arzobispo de Maracaibo, y con la presencia de destacadas personalidades del país.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.