CARLOS RAMÍREZ MACGREGOR... POLÍMATA




1906, nace en Maracaibo, Zulia, Carlos Enrique Ramírez MacGregor, abogado, periodista, político, parlamentario, escritor y diplomático.

En 1930 recibe el Doctorado en Derecho de la Universidad de Madrid, España, ejerciendo su profesión en el bufete del conocido jurista Pedro Guzmán, desde 1931 hasta 1935. Cuando fallece Juan Vicente Gómez fue designado como el primer inspector del Trabajo por los estados Zulia y Falcón; miembro de la Corte Superior de Justicia, miembro del Tribunal Superior del Trabajo, delegado a la XXV Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, diputado al Congreso Nacional por el Zulia, secretario general de Gobierno en el Zulia, administrador de la Aduana de Maracaibo, entre otros cargos.

Actúa como mediador entre los representantes del Gran Ferrocarril del Táchira y sus trabajadores, logrando la firma del primer contrato colectivo que se registra en Venezuela, cuando aun se discutía el Proyecto de Ley del Trabajo. Por otra parte, fue protagonista en las negociaciones que antecedieron a la huelga petrolera de 1936.

Ramírez MacGregor funge como copropietario del diario Panorama, conjuntamente con Luis Guillermo Pineda y Fernando Guerrero Matheus; también colaborador de los diarios caraqueños El Heraldo y El Universal. En 1956 funda la revista Momento, cuya dirección editorial la asume en 1957, y su dirección definitiva hasta 1974, cuando decide venderla al Bloque de Armas. Estuvo en la vicepresidencia de Fedecámaras, miembro del Consejo Supremo Electoral, diputado por AD y Copei por tres décadas, desde donde defiende los intereses de su estado natal. Junto a Alfredo Tarre Murzi y Arturo Úslar Pietri funda el Partido Democrático Venezolano, PDV.

En 1953 fue condecorado a través del premio María Moors Cabot Prize de la Universidad de Columbia, EE. UU. Carlos Ramírez MacGregor fue además embajador en Bélgica, México e Italia. El 10 de marzo de 1975, inexplicablemente se quitó la vida de un disparo.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.