BARRIOS POPULARES DE MARACAIBO, ZULIA

El Zuliano Rajao



Durante el mandato del expresidente Rómulo Betancourt, entre los años 1946 y 1947, empezó a surgir en la ciudad de Maracaibo lo que hoy conocemos como el Barrio 18 de Octubre. Un sector de rasgos indígenas que se constituyó bajo las sombras de la cultura wayuu y añú (paraujanos), que bañaron de colores y décimas esas grandes extensiones de tierra.

Todo esto se originó con una lucha grande, una lucha legal, sin ningún tipo de anarquía, ni mucho menos bajo el concepto de robo. La buena voluntad realizada por la sociedad logró permitir que la sucesión de Arocha le vendiera a la Municipalidad las tierras a 0,25 céntimos por metro cuadrado, y luego ellos, vendérselas a los habitantes para formar la neo-comunidad. Esto permitió que los que vieron el éxito de su lucha, pudieran disfrutar por lo que tanto anhelaron, sus viviendas.

De esta manera se formó el sector 18 de Octubre, un barrio de calles anchas y bien delineadas, demarcadas con las letras del abecedario y en orden alfabético, desde la calle A hasta la H, y sus calles pequeñas con dos letras, mientras que sus avenidas con una sola. La demarcación del sector se logró hasta en las calles transversales, y todo gracias a Raúl Pérez, trabajador del Departamento de Catastro del Concejo Municipal de Maracaibo. Para la época de su fundación fue considerado el barrio de mejor y más amplio diseño urbanístico de Maracaibo.

Hoy en día, con más de setenta años, el 18 de Octubre venía creciendo entre centros comerciales, edificaciones modernas, tiendas, urbanizaciones, supermercados, instituciones educativas y culturales, convirtiéndolo así en un populoso sector que demuestra que su gente es herencia de aquellos que llegaron sin nada para quedarse.

Desde esas tierras de herencia indígena, surgieron grandes exponentes de nuestra gaita zuliana y de la música popular bailable de los zulianos, que tanto han alegrado los corazones de los venezolanos.

¡Saludos amigos Dieciocheros!


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.