ADIÓS AL ''PEQUEÑO MOISÉS'' MARTÍNEZ




2011, Maracaibo, y todo el Zulia, despiden a uno de los pioneros de la era comercial de la gaita de furro en Venezuela.

Presentamos a continuación, el perfil de este simpático personaje de la Tierra del sol amada, con quien tuvimos el honor de compartir momentos inolvidables.

Conozcan al consagrado cultor popular marabino Moisés Martínez:

El 21 de mayo de 1928, nace en el sector El Alto de la Mina del barrio El Saladillo de Maracaibo, Zulia, Moisés Rafael Martínez Pedreáñez, compositor, cuatrista, maraquero e intérprete zuliano, conocido cariñosamente en el ambiente gaitero como "El Pequeño Moisés".

Junto a Antonio "Totoño" Medina, Bernardo Vásquez y Jesús Bracho, funda el cuarteto Alma Zuliana, que más adelante, integrarían los hermanos Medina.

Al iniciarse la era comercial de nuestra gaita zuliana a comienzos de los 60's (1962), funda al lado de Ramón Quintero, Francisco Paz, Ciro "Coyeyo" Villalobos, Carlos Barboza, Carmelo Segundo Fernández, Elio Fernández, Nerio Matheus y Leandro Soto, el inolvidable Conjunto Saladillo, nombre sugerido por el recordado locutor zuliano Oscar García. Conformó un dueto al lado del doctor Leandro Soto para incursionar en la producción de música típica zuliana; de esa manera graba danzas, valses, décimas, bambucos y otros géneros típicos de la región, a través del Dúo Soto Martínez. De igual manera, forma parte del conjunto gaitero Selección 82, al lado de Betty Alvarado, Francisco "Machorro" Morales y Enrique Gotera. Además, tuvo actuaciones con El Número Uno, Mamaota y su Familia Gaitera, grupo Candela y otras agrupaciones más.

Este simpático saladillero fue el creador de una gaita que se convirtió en todo un himno popular y referencia a nivel nacional. Hablamos de la obra musical titulada Gaita zuliana, conocida como "La campeona", ganadora de cuanto festival donde concursaban, desde 1960 hasta 1962, año que deciden grabarla con la participación de todos los solistas de la agrupación. Más adelante, específicamente en 1965, deciden grabar una versión más corta por exigencia de los locutores gaiteros de la época.

Aquí recordamos algunos de esos reconocimientos en esos días de gloria de Moisés Martínez: Premio de Industrias Pampero, Hipódromo La Limpia, Club Alianza, Publicidad Cristalino y el Premio Estatal de Gaitas.

"El Pequeño Moisés" logró ofrendar un ramillete de gaitas de su autoría para su querido pueblo zuliano, como también interpretó obras musicales de otros compositores que se convirtieron en clásicos, como: La cañonera, El indolente y El haragán.

Moisés Martínez bregó la calle hasta el último minuto de su existencia, y a pesar de su avanzada edad, solía salir en las noches marabinas a compartir su talento y creaciones musicales con los asiduos comensales de los restoranes, como también en los clubes nocturnos. Con cuatro en mano, un puñado de melodías y un cargamento de cassettes contentivos de gaitas de su autoría, eran ofertados a los presentes a un precio módico después de culminada cada interpretación.

Esta irrepetible experiencia la vivió nuestro director Agustín Arteaga, quien un día lo recibe en Radio Marabina 1420 AM, "La Criollísima del Zulia". "El Comandante de la Gaita" le acepta la invitación con todo el gusto del mundo y salen juntos a pregonar por esos sitios nocturnos sus creaciones y vender sus grabaciones.

Arteaga, a quien le tocó cargar con la caja de cassettes y cobrarlos entre el público, expresó: "Nunca había vivido con un artista popular esta experiencia donde se plasmaba la genialidad de un gaitero de pura cepa, utilizando la improvisación y hasta conjugarla con el pícaro chiste maracucho, para atrapar la atención de los presentes y alcanzar el objetivo principal, vender los benditos cassettes".

Moisés Martínez murió a los 83 años en su residencia de ladrillos y tejas ubicada en el sector Las Delicias de Maracaibo con calle 80, el 21 de julio de 2011.


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.