ADIÓS AL "CANTOR DE LA ISLA"

Emmanuel Fuenmayor / El Zuliano Rajao



El sábado 3 de enero del corriente, los zulianos despedimos con todos los honores, a don Víctor Inocencio Alvarado, "El Rey del Bambuco Playero", conocido en toda Venezuela como "El Cantor de la Isla", por mantener siempre vivo el amor por su tierra natal, Isla de Toas, inspirador poblado del archipiélago Zuliano.

Este importante cantautor isleño murió a los 76 años de edad en la Clínica Izot de Maracaibo, a las 3:54 minutos de la tarde, víctima de una afección respiratoria, dejando así un gran vacío en el género musical conocido como Bambuco Playero, impulsado en 1960 por Ricardo Ferrer y consolidado por el gran Víctor en los años siguientes.

Don Víctor grabó gaitas en 1965 con el Conjunto San Isidro, y al año siguiente se lanzó como solista acompañado del Conjunto Palmarital.

Entre sus éxitos podemos recordar: En Silencio, Alcohol y Llanto, Isla de Toas, Fuego Lento, Amor Encarcelado, Dile a tus Ojos, entre otros.

Varios de sus éxitos fueron versionados por la también zuliana Lila Morillo, quien logró darlos a conocer a nivel nacional e internacional.

En 1993 fue reconocido por la Gobernación del Zulia como Patrimonio Regional, ya que muchas veces rechazó interpretar los ritmos comerciales de moda y prefirió dedicarse a exaltar los géneros musicales típicos del Zulia.

Debido a la gran popularidad que alcanzó "El Cantor de la Isla", se lanzó como candidato a la Alcaldía del Municipio Insular Almirante Padilla, pero por los múltiples compromisos políticos y sumados sus conciertos, fue afectado por una enfermedad cerebrovascular, hecho que lo alejó de los escenarios y de la idea de ser alcalde de su tierra natal.

Adiós don Víctor, reconoceremos por siempre tu gran aporte a la música típica de nuestra hermosa región, y a través de El Zuliano Rajao exaltaremos tu excelente obra musical.


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.