El ''Curita'' de San Francisco

Septiembre 23, 2015




El 24 de abril de 1924, nace en el desaparecido pueblo de El Caimito, hoy municipio Miranda del estado Zulia, el inolvidable Luis Guillermo Vílchez Soto.

Sus estudios de primaria y educación media los realizó en las pocas instituciones educativas que habían en su pueblo. El 27 de marzo de 1937 ingresó al Seminario Diocesano de Maracaibo y el 25 de septiembre de 1941, al Seminario Interdiocesano de Caracas.

En la Catedral de Maracaibo fue ordenado sacerdote por monseñor Marcos Sergio Godoy el 5 de diciembre de 1948, y ofició su primera misa en la iglesia de Los Puertos de Altagracia el 26 de diciembre de ese mismo año. Su brillante apostolado lo comenzó en Isla de Toas, donde se ganó el amor y la admiración de toda la feligresía, además, fue allí donde inició sus actividades de musicales y deportivas.

En 1953 es designado Cura Párroco de la Iglesia del Santísimo Cristo, único templo católico que existía en la parroquia San Francisco. Después de ser recibido por el sacerdote saliente, Ángel Ríos Carvajal, y de otras personalidades de San Francisco, el presbítero Vílchez se arrodilló frente al altar de la iglesia y pidió a Dios poder llevar con gran éxito la obra misionera que desde ese momento le tocaría cumplir en su nueva parroquia.

"El Curita" o "El Socio", como también era conocido, congregó a la juventud en el Frente Juvenil de San Francisco, creó los periódicos Lumbre y El Municipal, el programa radial Juventud en Marcha, que era transmitido por la emisora católica La Voz de la Fe; fundó el Liceo San Francisco, mejor conocido por todos como "El Liceo del Padre Vílchez"; y formó los conjuntos gaiteros San Francisco, Los Zagalines, Los Zagales y Las Espiguitas del Padre Vílchez.

Fue él quien logró que se llevara a cabo la construcción de la llamada Basílica Menor de San Francisco, que hoy es uno de los símbolos más hermosos de ese municipio del estado Zulia.

Monseñor Luis Guillermo Vílchez falleció el 30 de agosto de 2013, a causa de un paro respiratorio, además padecía de la enfermedad de Alzheimer. Hoy recordamos a monseñor Luis Guillermo Vílchez Soto, un ser muy especial y querido por todo el pueblo sanfranciscano.




APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.