UDÓN PÉREZ, UN FINO POETA ZULIANO

El Zuliano Rajao



Fallece en Maracaibo, la ciudad de su inspiración, el 24 de julio de 1926, Abdón Antero Pérez Machado, conocido artísticamente como Udón Pérez; maestro, juez, periodista, servidor público, dramaturgo y el más brillante de los poetas zulianos.

Realiza estudios en la Escuela Federal de Primera Categoría del Gran Estado Falcón-Zulia, y a los 17 años de edad, estrenó El regreso del pirata, su primera obra teatral en verso, llevada a escena por un grupo de aficionados, entre los cuales estaba el mismo Udón.

El 7 de agosto 1889, recibió el título de Maestro de Instrucción Primaria, y el 15 del mismo mes, el de Bachiller en Filosofía en el Colegio Federal. Más adelante, cursa estudios de Medicina y Ciencias Políticas con excelentes calificaciones, pero no quiso recibir los títulos porque prefería ser "docto y no doctor".

Al momento de la instalación de la Universidad del Zulia leyó sus propios poemas, y fue allí donde surgió el romance con Delia Romero Luengo, con quien contrajo matrimonio en 1898.

Gracias a su brillante carrera como poeta, recibió numerosos galardones que lo convirtieron en el maestro del verso en el Zulia y reconocido a nivel nacional. Escribió la letra del Himno del Zulia, que lleva por título Sobre palmas; editó varios periódicos y revistas, entre los cuales se encuentran El Cojo Ilustrado, El Centinela y Alma Latina. Después de su muerte se le erigió en Maracaibo una estatua y en Caracas un busto.

El poeta Udón se ganó la admiración de todos y fue orgullo de los zulianos de la época, porque donde concursaba con sus hermosos poemas ganaba holgadamente. En uno de sus poemas inmortalizó la frase: "Mía, Maracaibo mía".

Sin duda alguna, Udón Pérez fue un gran zuliano, digno de admirar.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.