LOS PUERTOS DE ALTAGRACIA, ZULIA

El Zuliano Rajao



El 8 de septiembre de 1529, el alemán Ambrosio Alfínger, a su paso por Maracaibo, embarca en un lugar conocido para entonces con tres nombres: El Puerto, Paso de Maracaibo y El Paraje. Es ahí, donde funda La Villa de Altagracia, hoy, Los Puertos de Altagracia, municipio Miranda del estado Zulia.

Esta población ubicada en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, dio inicio en 1600 a la formación de sus calles, construcción de iglesias, escuelas, bodegas, oficina telegráfica y cementerio.

En sus tierras también se barajó la idea de libertar Venezuela, además ha sido cuna de próceres, ilustres sacerdotes, connotados maestros, célebres poetas, lúcidos historiadores, músicos virtuosos, artistas plásticos y hombres y mujeres que han luchado por esta hermosa tierra.

La ciudad posee un Casco Central urbano catalogado como Patrimonio Histórico del Zulia, donde se encuentran antiguas casonas de estilo colonial, así como sedes de instituciones y museos. Su patrona, Nuestra Señora de Altagracia, bendice sus playas y paisajes, lugares de encuentro de todos los zulianos, y mantiene viva la obra de cada uno de sus prodigiosos hijos: su heroína Ana María Campos, símbolo de la valentía de la mujer zuliana; a obispos como Mariano Parra León; luchadores sociales como Domitila Flores; a sus virtuosos músicos como el trompetista Wilmer Padrón, "Piyiyo" y José Antonio Chaves, autor de la música del Himno del Zulia; a sus talentosos cantantes como Fulvia Padrón y Beatriz Padrón de Colina; a artistas plásticos como Gabriel Bracho; poetas populares como Rafael María Ávila, "Titán"; instalaciones petroquímicas como El Tablazo, que ha generado progreso y bienestar a toda Venezuela.

Esta tierra madre, ha parido la mayor cantidad de héroes zulianos que lucharon por la Independencia de Venezuela. Desde El Zuliano Rajao enviamos un gran saludo a todos sus pobladores.


Por: Agustín Arteaga

APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.