EL PADRE OLEGARIO VILLALOBOS




1888, nace en el barrio El Saladillo de Maracaibo, Zulia, el ilustre prelado Olegario Villalobos Reyes, conocido popularmente como "El Padre Olegario", guía espiritual y líder social del pueblo zuliano.

Muy niño, y antes de asistir a la escuela, ya fungía como monaguillo del recordado padre Carlos Flores en la iglesia Santa Bárbara, ubicada en pleno centro de su barrio natal. Egresa como bachiller en 1909, para incorporarse inmediatamente al Seminario de Maracaibo, donde dos años después, recibe las órdenes del subdiaconado por parte de monseñor Arturo Celestino Álvarez. Fue ordenado sacerdote el 29 de septiembre de 1912, y en el santuario azul marino que tanto amaba, ofició su primera misa el 13 de octubre siguiente; dos años más tarde, recibe el título de Licenciatura en Ciencias Teológicas de la Universidad de Los Andes.

Este guía espiritual de los zulianos estuvo casi cuatro décadas como párroco de la Catedral de Maracaibo, centro de operaciones ideal para gestionar con las autoridades de entonces la edificación de obras muy importantes para el disfrute de la feligresía zuliana.

Este hombre de carácter recio y buen humor a la vez, fundó en 1920 en Maracaibo, el Asilo de Ancianos (Hogar San José de la Montaña), y en 1954, el Hogar Clínica San Rafael, identificándose plenamente con los niños y adultos mayores, buscando siempre para ellos algún tipo de protección especial. Junto a monseñor Marcos Sergio Godoy fundó la emisora La Voz de la Fe 580 AM, la primera emisora católica de Latinoamérica, y además, el periódico católico La Columna.

Este hombre incansable incursionó en la política, alcanzando los escaños de concejal de Maracaibo y diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Zulia por la subregión Perijá.

Por su gran obra social, una parroquia de la ciudad de Maracaibo lleva su nombre.


Por: Agustín Arteaga


APOSTADORES MARACUCHOS


Dos apostadores enfermizos están mirando a la vieja del frente que tiene las piernas abiertas y dicen: - La pantaleta de la señora es negra; el otro apostador brinca y dice: - NO! es marrón... Mandan a un carajito a verificar de qué color es la pantaleta y al regresar les dice: - Se pelaron los dos, ni es negra ni es marrón… son moscas.